Para alguien que vive por y para sus perros perder uno de ellos es triste, muy triste y te deja francamente marcado. Es cierto que la vida no se acaba, que la naturaleza es sabia y, aunque solo deseemos deambular en aquel lugar donde tanto tiempo pasamos con nuestro amigo, nos empuja a levantarnos de tan duro golpe. Lo que esta claro es que nada cura la herida, es algo que queda abierto para siempre, porque cuando te arrancan un trocito de ti y se lo llevan la herida nunca cicatriza.
El pasado Domingo 15 de Agosto perdimos a Yuma, los motivos por el momento no los expondré aquí, pero cuando se trunca la vida de un dulce cachorro de 8 meses y medio en el que vuelcas toda tu ilusión...duele, sobre todo por la injustica de ver como sus ganas de vivir son incompatibles con su cuerpo que le dice ¡basta! y, antes de ver su cara de imcomprensión ante tal dilema, decides ser juez de su vida y, con la sensación de estar traicionándola, decides que llegó la hora de impartir veredicto y sentencia.
Y despues, entre recuerdo y recuerdo, escribes un blog, donde ella y sus grandes amigos Duque, Cherr, Bella, Aya, Yako, Samy, Buffy, Dora y demás son los grandes protagonistas.
" Una vida en el centro canino Eternal Flame " http://www.dobermann-eternalflame.es/
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